Diré que unas de las cosas que a mi más me gusta aparte de las alturas es el mar, mejor si esta el clima entre frío y calor, con pocas personas o mejor sin nadie mas que yo, quizá así lo soñé muchas veces, si bien en mi niñez iba raras veces a la playa para jugar y achicharrarme, pelear con mi hermana para demostrar quien hacia mejor los castillos de arena, además de ser muy buenas negociantes pues el boom del verano son los ricos helados, llevábamos nuestra cajita para venderlo todo en menos de media hora y ganar dinero y seguir jugando oh siii....
Ya de grande, cuando volví a visitar el mar, sentí una alegría inmensa en el corazón, bajaba las escaleras del malecón rodeada de un calor en mi cintura, aunque parecía extraño me gustaba, no era como lo imagine, pero era mejor de lo que esperaba, si no mal recuerdo vi saltar del mar un pez grande, aveces me pregunto ¿fue real lo que viví al desayunar leche chocolatada y pancito serrano? o quiza fue solo un sueño?,cierto tiempo la playa paso de ser un lugar de tranquilidad y escape a un lugar de profundo silencio, había perdido sus colores, solo escuchaba mi corazón torciéndose y decirme, tu me gustas, no te dejare, y a pesar de todo volvimos a reconciliarnos la playa y yo.
Después de que el planeta girara muchas veces volví, y me sentía bien, esta vez al lado del amor de mi vida, quiza fue la visita mas rápida que hice, pero valió la pena.
Blusa negra + bvd + jeans
Costa Verde - Lima
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